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El congreso tecnológico más esperado del año que se celebra en febrero en Barcelona nos presenta siempre muchas novedades que podemos aplicar en nuestro entorno náutico. En cada edición aparecen tecnologías y productos que, sin estar pensadas inicialmente para este fin, encuentran un hueco importante para situarse en un sector minoritario, y en muchos casos olvidado, donde la tecnología cada vez es más importante.

El MWC ha pasado de ser un evento dedicado al “móvil” a ser un certamen dedicado a las novedades tecnológicas en general, a la conectividad, a los servicios en la nube, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica y a los “startups”. Incluso el sector del automóvil está presente con vehículos destinados al “carsharing” que nos invadirá en poco tiempo.

No por esta diversidad deja de ser el mejor escaparate para que todos los fabricantes, excepto Apple, presenten sus primicias anuales y compitan por atraer al visitante que sigue acudiendo a este congreso buscando cual será su siguiente móvil.

Es un certamen internacional, con presencia de multitud de paises, tanto en exposiciones como en visitantes.

La visita al MWC es obligada para los que estamos en el sector de las Nuevas Tecnologías, y más con el privilegio de celebrarse en España. Esperemos sea por mucho tiempo.

Para los que estamos en este mundo, la sensación de entrar en el Mobile World Congress es similar a la de un niño cuando entra en DisneyWorld. Entras con la boca abierta por lo que ves, y sales pensando que te han faltado horas o dias para disfrutarlo todo.

El MWC es una dimensión desconocida a la que te vas amoldando a medida que paseas por los ocho enormes e inacabables pabellones, todos llenos de novedades. En el primer recorrido por todos ellos te acabas perdiendo ante la cantidad de nuevas tecnologías y nuevas dimensiones que te acechan por los pasillos. Es como un parque temático donde sabes que no te da tiempo de entrar en todas atracciones. Necesitas como mínimo de un segundo dia para profundizar e informarse en los temas que realmente me interesan.

En esta segunda vuelta reservo unas horas para dedicarlo a ver novedades que puedan ser útiles para el secor náutico. Pero es curioso que cada año, en alguno de los stands donde me acerco y explico la aplicación nautica de veo en el producto que presentan, me dicen eso de “pues no habiamos pensado en este sector…”.

Publicado en el número 42 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Aunque pensemos que ya está todo inventado, cada día aparecen aplicaciones con utilidades y novedades que hasta la fecha no creíamos posibles. Las webs han pasado a ser informativas y su espacio lo ha ocupado el comercio electrónico y las aplicaciones verticales, es decir, especializadas en un sector y en una determinada función. Esta especialización y diferenciación es el único hueco que puede encontrar una APP que pretende ser algo en una selva de millones de aplicaciones.

En entregas anteriores hemos ido seleccionando aplicaciones útiles para el sector náutico, la mayoría orientadas a la cartografía y a la meteorología. Ambos campos son los más usados a bordo. En cartografía hemos ido viendo como Navionics ha ido copando todo el mercado, compitiendo, entre otras con BlueChart, el sistema de cartografía de Garmin. Ambos sistemas disponían de su propia APP y era difícil decantarse por alguna de las dos, ya que ambas ofrecían prestaciones y detalles similares.

En octubre del año 2017 Garmin anunció la compra de Navionics, y ahí se acabó la pelea de los dos grandes. Cliff Pemble, presidente y CEO de Garmin afirmó que “Combinando los contenidos de Navionics con los de Garmin BlueChart®, podremos ofrecer la mejor cobertura disponible en lo que respecta a amplitud y profundidad a nuestros clientes del sector náutico. En el futuro planeamos mantener la marca Navionics y continuar asistiendo a los clientes Navionics existentes”.

En el resultado de esa compra quien ha salido reforzado es el usuario, ya que ahora tenemos a dos grandes compañías preocupadas por tener la mejor aplicación de cartografía.

Navionics dispone de su APP Boating, y además ha desarrollado, en la mayoría de los casos con medios propios, el archivo mundial más grande de cartas náuticas de navegación para mares, ríos y lagos.

La aplicación de siempre, Boating, ya no está operativa, y aparece la nueva APP “Boating mares y lagos”. Para los usuarios que teníamos subscripciones y datos en la primera, se transfieren de forma automática a la nueva aplicación.

En este link tenemos toda la información renovada:

https://www.navionics.com/acs/apps/navionics-boating

Con la subscripción anual podemos descargar siempre las capas cartográficas actualizadas para uso sin conexión y tendremos acceso a las funciones avanzadas. Tenemos que escoger nuestra zona de navegación y abonarlo anualmente. El coste varía según la zona. Por ejemplo, la zona de “Central & West Europe” supone una cuota anual de 30,99€.

Vamos a considerar la APP de cartografía como la principal para navegación, y la completaremos con otras aplicaciones que nos convertirán nuestro móvil o tableta en un complete equipo de navegación.

Publicado en el número 41 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Cuando nos embarcamos para pasar unos dias o unas horas de descanso en el mar, no sabemos hacerlo sin desconectarnos de todo. En una mano siempre el móvil, y la otra mano libre para no caerse, pero siempre con el móvil listo para disparar. Y si somos capaces de soltarlo, siempre lo tenemos a la vista, no sea que se escape nadando.

Según algunos estudios, miramos el móvil un promedio de 221 veces al dia. Parece mentira o imposible, pero es la realidad. La dependencia de la movilidad es tan grande que nos pasamos más tiempo al dia consulanto el smartphone que observando lo que pasa a nuestro alrededor. Pasamos a ser lo que se llama “peatón tecnológico”. Según un estudio, el 10% de las emergencias que llegan a algunos hospitales tienen como protagonista a un “peatón tecnológico” debido a la desconexión con su entorno y a la poca antención con los peligros que tiene ir por la vida limitando el campo de visión a un 5%, que es el que nos queda cuando sólo miramos la pantalla del dispositivo.

Lógicamente en el barco no corremos tanto peligro, pero pasamos a ser “tripulantes tecnológicos”. Me ha pasado, y seguro que a más capitantes, ver delfines navegando y observar como la tripulación está más preocupada por la foto o el “selfie” que se pueden hacer con los delfines de fondo, sin disfrutar del momento y admirar sin más esa alegría que nos transmiten los delfines cuando nos acompañan. Lo mismo pasa con el fondeo en  los ratos de descanso en calas donde el paisaje invita a desconectarte. No sabemos hacerlo.

Esta “tripulación tecnológica” tiene tanta dependencia que requiere llevar consigo todos los accesorios posibles, a modo de “imprescindibles”. Cargadores, auriculares, altavoces, relojes …

Vamos a realizar una selección de alguno de estos “imprescindibles”, y otros que nos pueden ayudar de verdad a bordo, y podriamos llamarlos como “útiles”.

Publicado en el número 40 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

La evolución de las comunicaciones es imparable, y el crecimiento de sus posibilidades no tiene límite. Cuando se comenzó a usar la tecnología 4G ya se anunciaba el 5G. De hecho el 5G acaba de aterrizar y ya se está desarrollando el 6G. Realmente es una locura, pero es la realidad. He citado en varias ocasiones eso de que cuando salimos de una tienda con la última novedad tecnológica aprovechan para entrar por la puerta de atrás la siguiente generación que convierte nuestra compra en obsoleta. Es lo que hay, si nos sentamos a verlo pasar nunca podremos comprar nada. Para los “enfermos” de la tecnología ya no supone un trauma, y los usuarios normales han de saber comprar en el momento que lo necesitan, sin pensar en lo que vendrá después. No sale a cuenta comprar el último grito. Es más barato comprar la tecnología del momento e ir renovando poco a poco que comprar siempre la última novedad. El periodo de renovación será el mismo, y nos gastaremos el doble.

Ahora llega el 5G, pero ¿sabemos realmente lo que es y lo que supone? ¿Sabemos distinguir entre 5G y Wifi 5Ghz? La siminlitud del nombre está creando confusiones, siendo ambas cosas tecnologías muy diferentes.

Publicado en el número 39 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 92 – LLEGA EL 5G

Internet ha cambiado nuestra forma de comprar. Aunque el comercio electrónico lleva mucho tiempo intentando implantarse, ha sido en los últimos dos años cuando ha conseguido consolidarse y ganar la confianza de los compradores. El sector náutico ha sido uno de los últimos en subirse al carro. Si bien la venta de accesorios ya lleva más tiempo, ahora ya podemos comprar prácticamente todo y con una oferta muy amplia de productos y marcas.

El comercio electrónico (e-commerce) consiste en la compraventa de productos y servicios a través de Internet. Es el mismo concepto que entrar en una tienda normal de la calle o en un supermercado donde llenamos un carrito y pagamos al salir, con la ventaja de poder llenar el carrito desde cualquier sitio y en cualquier momento, incluso dejarlo a media compra y volver a completarlo en otro momento. Además, no tenemos horarios comerciales y podemos pagar con tarjeta o con medios de pago como PayPal. El único inconveniente es que no podemos “tocar” el producto, o probarnos la talla exacta. Aunque para esto de las tallas ya existen tiendas que te permiten pedir diferentes tallas y devolver las que no has acertado, sin coste adicional.

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 91 – COMERCIO ELECTRONICO NAUTICO

Publicado en el número 38 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

La tecnología se alimenta de electricidad, por muy avanzada y moderna que sea, pero no siempre estamos en disposición de gastar a bordo toda la carga que necesitamos en la tecnología que llevamos. Además de la electrónica que tenemos instalada, cada vez que salimos a navegar embarcamos más dispositivos que necesitarán energía. Cada tripulante lleva sus equipos y en muchos casos cada equipo es de un fabricante diferente con sistemas de carga totalmente dispares. Cuando llega la noche todos necesitan recargar sus baterías y comienza la pelea por los pocos enchufes que tienen los barcos.

La electricidad y el agua son, en la mayoría de los barcos, bienes preciados y escasos. El racionamiento de la electricidad puede ser más estricto incluso que del agua, y además puede tener sus horarios de uso, y con limitaciones de amperios

¿Sabremos vivir con dos horas de carga al día? ¿Y si somos seis personas y cada uno con un móvil y una tableta o portátil? Si seguimos unas pautas básicas y embarcamos los dispositivos adecuados para este entorno, esta limitación dejará de ser un problema.

La primera tarea que tiene que hacer el capitán antes de una travesía o un simple fin de semana a bordo, consiste en avisar a su tripulación de las limitaciones energéticas y la necesidad de traer cargadores de 12 voltios para sus equipos, e incluso, si es posible, sus correspondientes baterías de recambio o de carga externa.  Si no disponen de cargadores de 12V, deben traer cables USB de carga, conectables a cualquier cargador.

Otro problema añadido del que tiene que advertir el capitán es el orden a bordo, porque la necesidad eléctrica genera un desorden que se produce cuando cada tripulante pone a cargar sus equipos en el primer enchufe que pillan, con los cables apelotonados de cualquier manera.

Si el barco dispone de generador, o vamos a pasar muchas horas en puerto, el ahorro de energía ya no es tan grave, aunque el generador suele ser incómodo, no sólo para los tripulantes, sino en algunos casos, para los barcos vecinos. Existe una norma no escrita que no permite a las embarcaciones usar el generador a partir de cierta hora, con el fin de respetar el descanso y el silencio del buen fondeo.

Hay que tener en cuenta que el motor lleva un alternador que carga las baterías durante su uso, pero que esa energía se requiere para los servicios propios del barco, como es la electrónica, emisora, neveras, luces de navegación, iluminación interior … Al capitán le interesa tener carga para estos servicios propios del barco, quedando la tecnología auxiliar en un segundo plano de importancia, y no debe mermar las necesidades reales de a bordo. Incluso diría que prefiero tener las cervezas bien frías a cambio de no tener batería en el móvil. Hay preferencias para todo.

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 90 – INFORMATICA A 12 VOLTIOS

Publicado en el número 37 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Existen tecnologías no muy antiguas que hoy nos parecen obsoletas, pero si nos remontamos a tres o cuatro años atrás, las veíamos como auténticas novedades tecnológicas. La cartografía en el ordenador, o las páginas webs de meteorología nos parecían algo novedoso para navegar y para preparar singladuras. Llevar un ordenador a bordo para estas novedades era algo moderno e imprescindible a la vez. A esta modernidad ya le hemos dado la vuelta. Llevar un ordenador para estas tareas ya es casi tan antiguo como recibir el parte del tiempo por fax, e incluso hasta más antiguo que esperar a las nueve de la noche para ver lo que nos dicen el de la tele.

Ya no se habla de tener web, se habla de tener presencia en internet, y ya no se usa el navegador, ahora se usan aplicaciones. Este cambio es una realidad, y ha sido generado por los dispositivos móviles.

Antes lo teníamos todo en el ordenador, ahora lo tenemos todo en la mano, en el móvil, y concretamente en aplicaciones verticales orientadas cada una a un determinado servicio. Tenemos APPS para todo, absolutamente para todo. Para el tiempo, para navegar, para obtener la posición, para el AIS, para controlar el garreo, para navegar, para consultar la cartografía, las rutas, para medir el viento, las mareas, para leer la prensa fondeados … para todo lo que queramos.

Y son aplicaciones, no son páginas webs. Ojo que no es lo mismo. Es un cambio de tendencia muy importante en la forma de trabajar, de conectarse a internet, de informarse …

Estos datos pueden ayudar a situarnos:

  • A fecha de hoy existen cerca de cinco millones de aplicaciones para móviles, desarrolladas para las dos grandes plataformas, Google Play Store y App Store de Apple.
  • Cada día se crean cientos de aplicaciones nuevas
  • Cada día usamos, de media, 9 aplicaciones, y hasta 30 al mes
  • Las aplicaciones ocupan el 85% del uso del móvil
  • El tiempo medio diario dedicado por un usuario con aplicaciones del móvil es de 2 horas y 43 minutos, y tiende a aumentar
  • El tiempo medio de navegación es inferior a media hora y tiende a disminuir

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 89 – LAS 15 MEJORES APPS NAUTICAS

Publicado en el número 36 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Según la definición de Wikipedia, World Wide Web (“WWW” o simplemente la «Web») es un medio global de información cuyos usuarios pueden leer y escribir a través de computadoras conectadas a Internet. Se trata de una definición básica y antigua del término “web”, pero que, después de muchos años, a pesar de su enorme evolución, sigue siendo válida.

 

La aparición de internet obligó a todas las empresas, organizaciones y a cualquier ente a desarrollar una web informativa, explicando quien era, qué hacía y presentándose a una sociedad universal. Estas primeras webs eran estáticas, se presentaban como meros escaparates donde se exponía la empresa ante el mundo a través de un formato llamado internet.

“Si no estás en internet es porque no existes”

Esta fue la primera consecuencia de la aparición de internet, “si no estás no existes”. La obligación era estar ahí, tener cada uno su propia web, aunque sea con un escaparate parco y sencillo, pero si no estabas, no existías y te quedabas anclado en el pasado. En los inicios se trataba de un internet estático, llamado por entonces internet 1.0. El usuario te buscaba y encontraba información, pero cualquier interacción con la empresa se realizaba por correo electrónico o por teléfono. Por ejemplo, si buscábamos información de un puerto o de un hotel o servicio, realizábamos la búsqueda y contactábamos desde la web con un formulario, o simplemente anotábamos el teléfono para llamar.

Una vez atendido el servicio, no existía ningún tipo de retorno por parte del usuario, ni ninguna valoración ni validación de la veracidad del servicio vendido o de la información mostrada en la web. Esa era la limitación de internet 1.0. No existía interacción alguna con el usuario.

Esto provocó la llegada, en el año 2003, de la versión 2.0 de la red. En esta nueva versión, todavía hoy vigente, el usuario pasa a tener cada vez más protagonismo, y las webs comienzan a ser más dinámicas, con publicación constante de contenidos, y sobre todo con publicación de aportaciones de los usuarios.

Con la web 2.0 el usuario pasa de ser un sujeto pasivo a ser cada vez más protagonista de la presencia en internet. Nacen los blogs, las redes sociales, las opiniones. El usuario opina, valida e incluso es quien publica la información de la web. El creador de la web ya no es el único responsable de su contenido, ahora se suma el usuario, que es quien actualiza el escaparate. Ahora los contenidos son validados, opinados, rebatidos, reafirmados o discutidos por los usuarios, ya sea en directo o a través de un moderador de la propia web.

La Web 2.0 provoca la aparición de plataformas para la publicación de contenidos, las redes sociales (Facebook, Twitter …), servicios como Wikipedia, Flickr, Youtube, entre otros. En todos estos servicios el protagonista es el usuario, y es el verdadero responsable de las publicaciones.

Llevamos unos años “plantados” en esta web 2.0, en espera de dar el salto al 3.0, donde la inteligencia artificial y la semántica deberán substituir al actual contenido sintáctico. Este cambio supondrá, y de hecho ya se está introduciendo el cambio, que los contenidos serán entendidos y tratados semánticamente por los motores de búsqueda. Actualmente los contenidos son palabras sin significado para los buscadores, aunque podemos decir que algo se ha avanzado y que ya estamos a medio camino entre el 2.0 y el 3.0.

N&Y-INFORMATICA A BORDO – Cap 88 – UNA WEB PARA CADA BARCO

Publicado en el número 35 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Una de las rutinas habituales en los fondeos es comprobar el agarre del ancla. Para ello, tras la maniobra habitual y el cálculo de cadena según el fondo, uno de mis hijos se pone sus gafas de buceo y se tira al agua para comprobar que el ancla está bien puesta, la cadena en buena posición y que su conjunto no garrea. Además comprueba que no tenemos peligro cercano de enrocar. Lo que no es habitual es que cuando sube a bordo de nuevo lo haga con un iPhone en la mano. “Papá, estaba junto al ancla, otro más este año”. Y es que no es primer móvil que nos encontramos en el fondo del mar. La pena es que son irrecuperables. Ni con arroz ni con inventos de secado podremos recuperar un teléfono que se nos ha caido al mar. En este caso tuvimos ese iPhone varios dias en arroz, para ver si podiamos recuperarlo, ponerlo en marcha y devolverselo a su dueño. Pero lo tuvimos varios dias en arroz, otros tantos al sol y hasta lo desmontamos para colgar la batería y la placa al sol, pero los esfuerzos fueron en vano. A guardarlo para llevarlo como chatarra a un punto verde al regresar a tierra.

¿A cuantos de nosotros se nos ha caido el móvil al mar, a la piscina, o simplemente se nos ha derramado sobre el dispositivo un vaso de aguan o un café? Creo que el 90% de los usuarios hemos tenido un incidente con nuestro móvil, y en la mayoría de casos con consecuencias desastrosas. O no se recupera o lo hace sin funcionar el altavoz, o el micrófono, o directamente con la pantalla en negro. Ni arroz ni inventos. A comprar uno nuevo. No queda otra.

Si el cambio de móvil es habitualmente cada año o cada dos años, en el mismo periodo nos ponemos a buscar fundas resistentes a golpes y fundas impermeables. Las resistentes a golpes son habitualmente muy voluminosas e incomodas de llevar, y acabamos prescindiendo de ellas a pesar de haberlas comprado. Y las impermeables son fundas de plástico para el uso puntual cuando tenemos riesgo de caida al agua, como puede ser al ir a la playa, bajar con el dingui, o simplemente al estar en plena navegación. Pero son tan incomodas que tampoco las usamos a pesar de tenerlas a bordo.

Sea la funda que sea, o son incómodas, o son poco fiables o son engorrosas de uso, ya que perdemos, en muchos casos, el acceso fácil a los botones, o las prestaciones de la pantalla táctil, y podemos usarlo sólo para llamadas de voz.

Algunas marcas han lanzado móviles sumergibles, pero con limitaciones en profundidad y tiempo bajo el agua. Por ejemplo, el Samsung Galaxy S8 y S8+ cuentan con el estándar IP68, resistiendo sumergidos hasta 1.5 metros de agua durante 30 minutos. Pero sigue siendo un móvil muy frágil para llevarlo a bordo sin estar padeciendo por su integridad.

Con los últimos modelos de iPhone ocurre algo parecido. Ambos han obtenido la calificación IP67. Tienen resistencia a las salpicaduras, al agua y al polvo, pero en la letra pequeña te avisan que  no tienen garantía por daños producidos por líquidos.

Dudo que nos bañemos en el mar conscientemente con un móvil de más de 600€ en nuestro bolsillo, o que desembarquemos con el dingui sin tener mucho cuidado en llevar el móvil protegido en una bolsa de transporte estanca.

Y es que el móvil se ha convertido en un compañero imprescindible pero muy caro, y también muy frágil. Y por muchas precauciones, fundas, bolsas y protecciones que añadamos al equipo, seguirá siendo un dispositivo demasiado frágil como para llevarlo a bordo sin preocuparnos su integridad. Además, quedarnos sin móvil a mitad de vacaciones por un accidente a bordo, nos puede fastidiar bien el resto de dias.

¿Cual es la solución? ¿Existen fundas realmente estancas y resistentes a golpes? Sí que existen, pero quitando prestaciones y utilidad al dispositivo. Pero si el propio dispositivo ya es resistente al agua y a los golpes, ya no tenemos que preocuparnos por nada más que por la cobertura y por no perderlo, porque lo llevaremos a todos sitios, incluso en la playa, el pleno baño o al desembarcar el dingui.

Este móvil “indestructible” y “sumergible” existe hoy en dia, y de la mano de una marca prestigiosa como CATERPILLAR, marca que nos suena verla en maquinaria pesada o incluso en botas o ropa para su uso en entornos de contrucción.

N&Y-INFORMATICA A BORDO – Cap 87 – CAT S60, EL SMARTPHONE NAUTICO CON CAMARA TERMICA

Publicado en el número 34 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Llevar un reloj “smartwatch” o un “multideporte” en la muñeca ya no es algo que sea de unos pocos usuarios. Hace años usábamos estos relojes sólo para actividades deportivas, llevando en el vestir normal el reloj formal de siempre. Ahora este reloj deportivo ha dado el mismo salto que en su día hizo el móvil convirtiéndose en un “smartphone”. Ahora el “watch” ha dado ya el salto a “smartwatch”, traspasando funciones propias del móvil al reloj, convirtiéndose en un potente centro de información en la muñeca, con opciones avanzadas de datos y control, algo que hasta hace poco sólo lo hacíamos con la electrónica del barco, y luego con los móviles y tabletas. Ahora con el reloj, entre otras cosas, podemos llevar el control de la electrónica de a bordo.

Y además de su aplicación náutica, con estos relojes podemos llevar la gestión del deporte, el monitor de actividad, la lectura notificaciones o incluso el control de pulsaciones sin necesidad de un pulsómetro adicional.

Dos marcas punteras como Apple y Garmin han sido las pioneras en este tipo de relojes. El primero, orientando su AppleWatch a la conectividad exclusiva con sus dispositivos iPhone, y por su parte Garmin lo ha orientado más a actividades multideporte, con sincronización con cualquier dispositivo móvil, independientemente de su sistema operativo. La primera versión del Apple Watch no llevaba GPS ni era sumergible, algo que lo convertía simplemente en un accesorio del iPhone. En su segunda versión ya ha incorporado el GPS y la resistencia al agua, pero sigue siendo “dependiente” de disponer de un iPhone para disfrutar de todas sus prestaciones, y además ha de ser de última generación.

Ambos fabricantes se han esforzado en presentar modelos elegantes, resistentes, sumergibles y con un software muy completo, siendo el modelo Garmin Quatix 5, sin duda, el más indicado para el sector náutico en el que estamos, por el software que incorpora y las posibilidades y opciones que nos puede ofrecer a bordo.

Publicado en el número 33 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

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